¿Cómo favorece el pilates al running?

El Método Pilates, nos ayuda a desarrollar la propiocepción (la consciencia de nuestra propia postura corporal), trabaja la concentración, la coordinación, el equilibrio, la respiración, la fuerza, la flexibilidad y promueve la movilidad de las articulaciones (rodillas, tobillos, caderas); mejorando la postura, los patrones del movimiento y la transferencia de la fuerza; evitando dolores y la cronificación de estos.
Los ejercicios realizados en pilates fortalecen la musculatura del core, que son la conexión entre tren superior e inferior, incrementando la estabilización y permitiendo correr de manera más eficiente sin cargar lumbares ni sufrir el debilitamiento del suelo pélvico por el impacto.
Además, los estiramientos que incluye, nos ayudan a descargar los músculos tensos y a mejorar la eficiencia de la zancada.
Hacer Pilates, también ayuda a utilizar toda la superficie de los pulmones mediante una respiración que recibe el nombre de “tridimensional” y consiste en la expansión total de la caja torácica sin olvidar los laterales ni la parte posterior. Incrementando nuestra capacidad pulmonar y enseñando al corredor a controlar el flujo de aire de manera más consciente.